28-04-2022. La tormenta económica que, después de dos años de pandemia, ha desencadenado la guerra en Ucrania, la escalada de los costes empresariales, el paro del transporte y las tensiones inflacionistas se ha dejado notar en el mercado laboral granadino. Después de cerrar 2021 con una caída significativa del paro y récord de ocupación, Granada ha estrenado 2022 con datos que reflejan, aunque no en toda su magnitud, la complicada situación que atraviesan las empresas.
La Encuesta de Población Activa (EPA) publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística apunta que, a lo largo del primer trimestre del año, Granada ha sido incapaz de crear empleo, con una cifra que se mantiene intacta en los 355.400 ocupados. Aunque el paro sí ha caído en 7.700 personas, reduciendo el total a 83.100 desempleados, este descenso no tiene nada que ver con nuevas oportunidades en el mercado laboral, sino con un descenso del 8,5% de la población activa, que ha reducido el número total de granadinos en edad y disposición de trabajar hasta los 438.500.
“Este primer trimestre del año ha sido muy difícil para las empresas y, por tanto, para el empleo. Justo cuando pensábamos que nos estábamos empezando a despedir de la crisis del coronavirus -aunque, evidentemente, no de sus consecuencias-, nos hemos topado con otra crisis sobrevenida que ha empeorado todas nuestras previsiones”, apunta la secretaria general de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE), María Vera.
Los datos de la EPA indican que solo el sector servicios ha sido capaz de generar empleo (+4.100 empleados), pero no los suficientes para compensar el descenso de la ocupación en la agricultura (-2.500 personas), la construcción (-200) y la industria (-1.400). “Estos datos demuestran claramente que nuestro sistema productivo se está viendo muy afectado por esta nueva crisis. El empleo agrario, que siempre cierra el primer trimestre del año con buenos datos, ha reducido un 11,2% el número de ocupados. La construcción, que se vio obligada a paralizar obras por la falta de suministro, también ha reducido en 0,97% el número de ocupados. Y el desorbitado coste de la luz y la energía, sumado al paro del sector logístico que obligó a varias fábricas a parar la producción, se ha traducido en un descenso del empleo industrial del 4,6%”.
La secretaria general de la CGE indica que, aunque la tasa de paro se ha reducido al 18,95% (consecuencia de la caída de los activos), Granada sigue siendo una de las provincias con mayor porcentaje de población en situación de desempleo. “Nuestra tasa de paro es cinco puntos superior a la española, del 13,65%. Según la EPA, estamos entre los diez territorios con mayor tasa de paro, solo por detrás de Ceuta, Cádiz, Melilla, Las Palmas, Málaga, Santa Cruz de Tenerife y Cáceres”.
“Nos preocupan estos datos, pero, sobre todo, nos preocupa la realidad de las empresas, que muchas veces no se ve reflejada en las estadísticas. Están siendo momentos muy complicados, y no vemos que las medidas que se están tomando por parte de la administración sean suficientes para afrontar estas nuevas dificultades”, explica la secretaria general de la CGE. “Nos enfrentamos a momentos de gran incertidumbre que están pasando factura a las empresas y que ponen en riesgo el proceso de recuperación”.