25/10/2018. El presidente de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE), Gerardo Cuerva, ha mostrado hoy su decepción por los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), que vuelven a demostrar que la economía de la provincia no logra crecer al mismo ritmo que el resto de España. La estadística arroja luces y sombras sobre el mercado de trabajo de la provincia, ya que, debido al fuerte incremento de la población activa (11.400 personas), se ha incrementado tanto el número de parados como el de ocupados.
En el lado negativo se encuentran los datos del desempleo. Granada ha cerrado el tercer trimestre del año con 107.700 parados, 5.900 más que en el trimestre anterior (+5,8%). Este dato, negativo por sí mismo, empeora si se compara con la evolución que ha registrado el desempleo en Andalucía y España: en la comunidad andaluza, el paro se ha reducido un 1,3% (las listas del desempleo andaluz registran 12.100 personas menos, hasta las 898.200); mientras que en el conjunto nacional el número de parados es un 4,8% inferior al del trimestre anterior (la cifra total se ha reducido hasta los 3.326.000 desempleados).
Este nuevo incremento del desempleo en plena temporada estival –una situación que ya se produjo el año pasado- deja al mercado laboral granadino en una situación más débil que la del trimestre anterior. “La tasa de paro ha vuelto a crecer hasta el 24,53%, una cifra que se aleja de las que registran en España (14,55%) y Andalucía (22,85%). En Granada soportamos un porcentaje de desempleo casi diez puntos superior al nacional”, apunta el presidente de la CGE. De hecho, Granada es la sexta provincia española con la tasa de paro más alta después de Ceuta (30,79%), Huelva (25,98%), Almería (25,53%), Córdoba (25,40%) y Cádiz (24,72%). “Es muy frustrante comprobar que el ranking de los territorios con mayor tasa de paro está dominado por provincias andaluzas”, lamenta Gerardo Cuerva.
En términos interanuales, la evolución de Granada también es menos positiva que en el resto del territorio. En la provincia, hay ahora 11.100 parados menos que hace un año, lo que supone un descenso del desempleo del 9,3%. En Andalucía, esta caída ha sido del 10,6% (107.400 parados menos respecto al tercer trimestre de 2017); y en España la diferencia es del 10,9% (con 405.700 parados menos).
No obstante, y aquí está el lado positivo, las cifras de la EPA también evidencian que la situación del mercado de trabajo granadino está mejorando respecto a los peores años de la crisis. El número de desempleados que registra Granada es el más bajo para un tercer trimestre desde el año 2008 (por entonces la cifra total es de 86.600 personas); y la tasa de paro, del 24,53%, es también la más baja registrada para un tercer trimestre desde ese mismo año (en 2008 la tasa era del 20,5%).
Además, el tercer trimestre del año ha dejado en Granada un incremento de la ocupación, que alcanza también cifras récord para este periodo desde el año 2008. Al cierre del mes de septiembre había en la provincia 331.200 ocupados, 5.600 más que en el trimestre anterior (+1,7%). La ocupación, además, sí crece a un ritmo mayor que en Andalucía y en España (en la región apenas ha aumentado un 0,01% respecto al segundo trimestre del año, mientras que en España lo ha hecho un 0,95%).
El hecho de que crezcan tanto el paro como la ocupación no es contradictorio, ya que tiene su explicación en el aumento de la población activa. La temporada estival ha registrado un aumento de 11.400 activos en la provincia, lo que eleva el número de granadinos en disposición de trabajar a 438.800. Este crecimiento de la población activa se ha repartido entre ocupados y parados, lo que significa que Granada todavía no es capaz de crear oportunidades laborales para todas las nuevas incorporaciones que ha registrado el mercado de trabajo. “Tenemos que crear las condiciones ideales para que nuestras empresas crezcan y puedan dar cabida tanto a los nuevos demandantes de empleo como a los granadinos que se encuentran en las listas del paro”, insiste el presidente de la CGE, que asegura que Granada necesita inversiones estratégicas y proyectos de calado que permitan reforzar el tejido empresarial y, en consecuencia, el empleo.
El aumento de la población ocupada se ha producido en todos los sectores excepto en la agricultura, que ha perdido 5.800 trabajadores en activo en el tercer trimestre del año (el total de ocupados se ha reducido a 21.500). La ocupación sí ha mejorado en la construcción, con 1.500 trabajadores más (hasta los 22.900); en la industria, con 3.800 nuevos empleados (el total se eleva a 28.200); y en el sector servicios, que ha sumado 6.000 ocupados (hasta 258.500).