El presidente de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE), Gerardo Cuerva, ha manifestado hoy su decepción por los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre del año, que arrojan una caída del paro de 8.100 personas pero no reflejan una mejora real del mercado de trabajo. El descenso del desempleo en la provincia –que se sitúa en 101.800 personas, la cifra más baja desde el primer trimestre de 2009- no está relacionado con la creación de empleo, sino con una importante caída de la población activa, que distorsiona todos los resultados. La información publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) indica que Granada ha perdido 8.400 activos, pasando de los 435.800 del primer trimestre a los 427.400 del segundo. Esta bajada es la que explica tanto el descenso del número total de parados como el de la tasa de desempleo, que se sitúa en un 23,81%, el nivel más bajo desde el cuarto trimestre de 2008.
“Que baje el paro debería ser siempre una buena noticia, pero en este caso no podemos alegrarnos porque la caída no viene de la mano de la creación de empleo, sino de una merma del número de granadinos que se encuentran en disposición de trabajar”, explica Gerardo Cuerva. La ocupación, de hecho, ha descendido en 300 personas en el segundo trimestre del año, pasando de 325.900 a 325.600 ocupados. La tasa de empleo, en consecuencia, se ha reducido respecto al primer trimestre del año, situándose en un 42,93%.
El irregular comportamiento del mercado de trabajo que refleja la EPA tiene un origen claro: la agricultura. El sector agrícola ha perdido en el segundo trimestre del año 7.000 activos, pasando de registrar 48.000 trabajadores en edad y disposición de trabajar a contabilizar únicamente 41.000. También se ha reducido significativamente el número de ocupados del sector, que se situaba al cierre del segundo trimestre en 27.300 personas, 4.600 menos que en trimestre anterior.
El resto de sectores sí han tenido un comportamiento más positivo para el mercado de trabajo. Aunque la industria ha perdido 400 ocupados (pasando de 24.800 a 24.400), la construcción ha sumado 2.600 trabajadores en activo (hasta los 21.400) y el sector servicios ha incorporado 2.000 nuevos ocupados (hasta los 252.500).
El peso de la agricultura también marca la evolución del mercado de trabajo de otras provincias como Almería o Jaén, que han registrado un descenso general tanto de la ocupación (-9.900 trabajadores en el caso de Almería y -11.300 en Jaén) como de la población activa.
Los datos de la EPA demuestran que, de nuevo, Granada sale peor parada que el resto del territorio. “Volvemos a encontrarnos un importante desequilibrio respecto a Andalucía y España”, indica el presidente de la CGE, recordando que la región ha sumado 64.700 ocupados y el conjunto nacional ha alcanzado un récord de ocupación incorporando 469.900 trabajadores en activo. Además, Granada supera la tasa de paro andaluza (23,09%) y nacional (15,28%), y se sitúa como la séptima provincia española con mayor índice de desempleo, solo por detrás de Ceuta (29,46%), Melilla (27,96%), Cádiz (26,86%), Badajoz (26,03%), Córdoba (25,63%) y Jaén (24,70%).
En cuanto a la evolución del último año, tampoco puede calificarse como positiva. El paro ha descendido en 7.200 personas desde el segundo trimestre de 2017, pero esta evolución también está marcada por la caída de la población activa (-15.500 personas) y no por el aumento de la ocupación, que no ha sido tal. De hecho, el número de ocupados ha descendido un 2,5% (8.300 trabajadores menos) en el último año.